Vlad Draculea Tepes
El Conde Drácula puede ser uno de esos personajes ficticios que hace que se te pongan los vellos de punta, al igual que su homónimo histórico, Vlad III. Conocido en su apogeo como Dracula, o Drăculea, en rumano antiguo, Vlad III era un príncipe medieval con una sed figurativa de sangre. Apodado como "Vlad el Empalador", este príncipe tenía una inclinación extrema por castigar brutalmente a sus enemigos. Sin embargo, gran parte de lo que los historiadores modernos saben sobre Vlad III proviene de folletos y otros textos impresos en el siglo XV, tanto durante como después del reinado de Vlad. La exactitud histórica de estos textos, muchos de los que fueron escritos por los enemigos de Vlad, no se puede, por tanto, confirmar. ¿Fue Vlad III un monstruo, o un gobernante medieval como cualquier otro? Nunca podremos saberlo con seguridad, pero hay algunos datos menos conocidos sobre el Drácula real que ayudan a explicar por qué pudo ganarse una reputación tan desagradable. Ima